El piso de la cocina. ElecciÓn y cuidados

Si tiene que reformar la cocina, el piso es muy importante. Vale la pena tener en cuenta no solo qué tipo de piso pondrá, sino también el acabado porque dependiendo de este, puede tener una cocina limpia por más o menos tiempo. La suciedad está directamente relacionada con la porosidad de las cerámicas o porcelanatos y la dimensión de las piezas.

Dentro del mundo de las cerámicas, existen las de acabado poroso (y también las lajas), que combinan perfectamente si quiere darle un estilo rústico o campestre a la cocina. Éstas son las que demandarán más limpieza ya que absorben con rapidez las manchas que pudiesen aparecer y será más complicado mantenerlos en perfecto estado.

Luego están las cerámicas de acabados brillantes o satinados, más lisas y de menor absorción de manchas. Hay mayor variedad en cuanto a colores y a tamaños. Cuanto más grandes sean las placas de cerámica, menos juntas tendrás en el piso para limpiar.

En un segundo grupo encontramos los porcelanatos, piezas generalmente grandes, de 50x50, 60x60 y aún mayores, que combinan de manera fantástica con ambientes clásicos y modernos, sempre y cuando se escoja bien la textura. Los bordes rectificados del porcelanato permiten que los espacios entre cada pieza colocada sea casi nulo. Éstas piezas son las de mayor dureza y de fácil limpieza, sobre todo las piezas pulidas. El único cuidado que merecen es retirar rápidamente las manchas de colores fuertes (vino tinto, mate, óxido, etc.), ya que más allá de su baja absorción, pueden formar una suave aureola difícil de borrar.

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